Se esfumó rápido, silencioso, como el que no quiere la cosa intentó olvidar los recuerdos, aquello no importaba, no lo llenaba y su tiempo había terminado. Escurridizo salió sin echar la vista atrás, quizás por miedo, porque no le gustaban las despedidas, pero ya no era lo mismo. A lo mejor regresaría, eso no estaba en sus manos. Antes de irse dejó una marca para que le recordaran sin decir adiós y en algún momento le trajeran de vuelta. Ya en el marco de la puerta bajó sus defensas y dejó caer una lágrima, había sido bonito, pero tenía que llegar a otra persona, alguien lo necesitaba en estos momentos y quedarse no era la opción más correcta. Se armó de valor y se alejó creyendo que volvería.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario